VALE LA PENA VIVIR

El tiempo ha pasado y aunque mi corazón no se ha dado cuenta por la premura de la vida, el espejo me indica que se ha recorrido mucho camino y que hay que comenzar a organizar más las cosas para saber dónde dejarlas ubicadas para que, cuando tenga que partir, alguien pueda continuar la jugada y al mismo tiempo tenga el camino señalado en aquello que podrá seguir recorriendo ya que tengo sobre entendido que nadie puede caminar sobre las huelas de nadie.
He aprendido a ver la vida con sentido y la verdad que es muy corta como para lo que uno piensa realizar y para lo que ha querido abarcar cantidad de cosas que a la hora de la verdad no sé si servirán para algo o nada.
Doy gracias al Señor, al Dios del cual he aprendido a descubrir muy en el corazón y al mismo tiempo muy puesto más allá de las limitaciones materiales y a donde me llama como meta última y feliz a la cual debo tender desde mi realización personal y fraterna. Y le doy gracias porque de él he aprendido a descubrir el verdadero sentido del amor que buscamos en las cosas y en las personas, pero que está más allá de lo palpable y sensible. Han sido los golpes duros de la vida los que me han llevado por el horizonte del aprendizaje en las cosas esenciales para ser lo que soy y a pesar de la enfermedad y las deficiencias ser feliz.